Romanticismo Inglés
La
literatura de comienzos del siglo XIX en Inglaterra es muy descriptiva,
paisajista y mística, plena de simbolismos estos escritores representaron la
rebeldía romántica tanto en la
literatura como en sus vidas que eran llenas de aventuras, alejadas de la
sociedad y lo más característico era que todos buscaban morir en plena
juventud.
Ellos
critican la época victoriana a pesar de que la sociedad empieza a progresar y
se conforma un nacionalismo que posteriormente conduciría a la deshumanización
y al individualismo donde todos vivirán en función de su propia vida.
Este
siglo se caracterizó por la abundancia de escritores en su mayoría de menor
importancia.
Representantes:
Lord Byron, poeta
inglés, fue una de las figuras más importantes del movimiento romántico (1785-1830,
un período en el que la literatura Inglés estaba lleno de héroes virtuosos y
los temas de amor y triunfo). A causa de sus obras, la vida activa, y la
belleza física que llegó a ser considerada la imagen perfecta del poeta-héroe
romántico.
Nació
en Londres, en una familia aristocrática la cual le permitió viajar por varios países
europeos su verdadero nombre era GEORGE GORDON. A los 19 años publicó su primer
libro de poemas “horas
de ocio” que no tuvo mucha acogida.
En
1812 en un viaje por el mediterráneo oriental comenzó a escribir “el
peregrinaje del niño Harold” en el que relata sus experiencias viajeras.
Su
personalidad es muy controvertida, era petulante, cínico, amante de libertad,
mordaz, crítico de la sociedad, rebelde, ególatra y solitario. Finalmente, para
alejarse de un medio social hostil decidió vivir en Grecia donde murió en lucha
contra los turcos que habían invadido Atenas.
Desde
1456 en sus poemas hace alusión a toda la cultura griega antigua combinándola
con elementos del siglo XIX.
William Shakespeare (Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido c. 26 de abril de 1564
jul. - ibídem, 23 de abril jul. / 3 de mayo de 1616 Greg.) Fue un dramaturgo,
poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon (o
simplemente El Bardo), Shakespeare es considerado el escritor más importante en
lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal. La New
Encyclopædia Britannica, señala que "muchos lo consideran el mayor
dramaturgo de todos los tiempos. Sus piezas [...] se representan más veces y en
mayor número de naciones que las de cualquier otro escritor".
Las
obras de Shakespeare han sido traducidas a las principales lenguas y sus piezas
dramáticas continúan representándose por todo el mundo. Además, muchas citas y aforismos
de sus obras han pasado a formar parte del uso cotidiano, tanto en el inglés
como en otros idiomas. Con el paso del tiempo, se ha especulado mucho sobre su
vida, cuestionando su sexualidad, su afiliación religiosa, e incluso, la
autoría de sus obras.
LA TEMPESTAD
Tema: Poder y ambición
Problema: ¿Influye el deseo de poder sobre el
grado de ambición de las personas?
Hipótesis: El deseo de poder se convierte en
exceso de ambición y arrastra a las personas a traicionar su propia naturaleza
y a actuar en contradicción a su conciencia.
Justificación
Cuando
hablamos de la vida del hombre podemos mencionar muchas cualidades y
habilidades, que como personas contamos desde el momento en que nacemos, entre
esas cualidades y habilidades encontramos la originalidad, la creatividad, la
confianza, entre otras; sin embargo, una de las más importantes para la
realización como persona es la ambición. Esta cualidad es la que impulsa a las
personas a mejorar en todos los sentidos. Es lo que los incita a hacer las
cosas que consideran imposibles o muy difíciles, a arriesgarse por lo que quieren y por lo que
consideran inalcanzable.
En lo que
respecta a esta cualidad se puede decir que puede ser considerada como buena y
mala dependiendo del fin con el que se emplee. Cuando la ambición es usada de
manera indebida, podemos arruinar no solo nuestras vidas sino también la de las
demás personas, tal y como se puede observar a lo largo de la obra titulada
La Tempestad de
Shakespeare en la cual se expresa el concepto de la vida de una época
particular, dramas como el de la ambición por alcanzar el poder que desencadena
las más profundas traiciones e incluso parece reflejar a veces el pensamiento del dramaturgo en expresiones como: "Somos de la misma sustancia de que
están hechos los sueños, y nuestra breve vida está rodeada de un sueño"
(IV, esc. 1). Cuando las personas no tienen una visión clara de lo que quieren en la
vida, o confunden el horizonte de la misma, tienden a desviarse y a perder la
perspectiva como consecuencia encontramos
a un hombre que pierde toda su integridad y muchas veces su dignidad humana,
con la deshonestidad, como lo hizo Antonio, el hermano de Prospero dentro de
esta obra, con su mal uso de la ambición producto de su desmesurado deseo de
alcanzar más poder, riqueza y reconocimiento.
Objetivos generales:
ü
Establecer una connotación para el concepto de ambición.
ü
Anclar el tema propuesto con los elementos que se encuentren dentro de
la obra La Tempestad de Shakespeare.
Objetivos específicos:
ü Unificar la connotación del concepto relacionado
con la ambición.
ü Encontrar elementos relacionados con
el deseo de poder y la ambición dentro de la obra la Tempestad de Shakespeare.
ü Investigar si el momento histórico en
que se compuso la obra tiene alguna incidencia sobre el tema seleccionado
dentro de la misma.
ü Lograr conclusiones asertivas
respecto al tema planteado.
Marco teórico
Cuando
nos enfocamos en el buen sentido de la palabra “ambición” nos referimos a las
aspiraciones y deseos de mejorar. Esta definición nos da una perspectiva más
humana y digna de este término ya que hace referencia a los sueños de una
persona combinados con el esfuerzo de llevarlos a cabo y hacerlos realidad. En
la parte religiosa, la ambición se
considera como un pecado y en la vida social a la persona ambiciosa se le considera
como una mala persona que perdió el sentido de la vida y se encuentra perdido
en la búsqueda humana de la felicidad. Este factor es, la mayoría de las veces,
la excusa por la cual las personas se confunden y piensan que siendo ambiciosos
pueden llegar a tener la felicidad que el hombre busca toda su vida. El deseo de poder y la ambición desmedida conduce a
las personas a traicionar su propia naturaleza y a actuar en contradicción a su
conciencia, tal y como le sucedió al hermano del duque de Milán, entre otros
personajes, dentro de la obra de Shakespeare llamada La Tempestad, obra
emblemática en lo que concierne al choque cultural que acompañó al proceso de
conquista imperial de la Europa Moderna. Inspirado en el relato verídico del
naufragio de la embarcación Sea Adventure, el autor entrelazó en esta obra
tópicos de diverso tenor –las intrigas de poder, la ambición, el amor, la
magia, la otredad- en el marco de una isla casi desierta y accidentalmente
poblada por europeos, siendo los últimos
en arribar a la isla imaginada por el dramaturgo sobrevivientes de un naufragio.
La
Tempestad aportó una mirada ambigua sobre el proceso de
colonización, ya que articuló los discursos que legitimaban el predominio
europeo en Ultramar con los discursos críticos respecto de ese nuevo orden.
Ambas perspectivas, majestuosamente entrelazadas en la palabra de Shakespeare,
interpelaban a un clima cultural de incertidumbre y crisis de los valores del
Renacimiento, en tiempos de la Inglaterra jacobina, lo que se ilustra aquí en
la idea de “tempestad del Renacimiento”. De manera análoga, una crisis de
autoridad se desata en La Tempestad, cuando al inicio de la obra, en medio de la tormenta que
antecede al naufragio, el contramaestre desafía, en una mezcla de esperanza,
desilusión y miseria, toda autoridad constituida. El marino imparte órdenes en
la emergencia, a lo que Gonzalo le replica que recuerde a “quien tiene a
bordo”, en una clara alusión a las dignidades que viajan en el barco.
Desafiante, el contramaestre responde: “A
nadie al que yo quiera más que a mí”.
Asimismo, en la isla de Próspero los personajes de alto rango van
construyendo espacios de poder, lo cual se manifiesta en las traiciones y conspiraciones,
Sebastián, el hermano del rey de Nápoles, intenta matar a su hermano para
quedarse con el reinado, tal como había hecho Antonio, hermano de Próspero, con
el Ducado de Milán. No obstante, se puede afirmar que la cuestión de la
crisis de la autoridad y la ambición excesiva por el poder está enfáticamente
instalada por Shakespeare. Según Álvaro Llosa Sanz, la clave se encuentra en el registro literario
que adopta Shakespeare puesto que se trata de una pieza de tragicomedia, que
mixtura un argumento trágico con un final feliz, con lo cual no responde ni a
la solemnidad trágica ni tampoco a la burla cómica. Esta ambigüedad le permite
al autor criticar cómodamente a la sociedad y sus valores, aunque sin
arriesgarse ideológicamente como podría suceder con el drama histórico.
Claramente,
en La Tempestad se cruzan elementos de la realidad histórica
que influyen decisivamente en la ambigüedad adoptada por el dramaturgo, y más
si se tiene en cuenta que éste compuso y representó la obra para la corte del
Rey Jacobo, quien mantuvo un orden esencialmente intolerante y con fuertes
iniciativas en ultramar. Los dislocamientos sociales y políticos que traía el
desarrollo del capitalismo, a su vez, generaban un clima de inestabilidad e
incertidumbre muy marcado. Según William Bouws “la creciente aceptación del
cambio, para muchos, no era tranquilizadora, sino todo lo contrario”. La
conmoción por el cambio y la turbación frente al “otro” abrían el juego tanto a
los discursos disruptivos como a aquellos que bregaban por un orden y
Shakespeare supo incorporarlos en una trama lo suficientemente ambigua como
para interpelar a ambos. La obra de
Shakespeare, al igual que todas las expresiones culturales de todas las
sociedades de todos los tiempos, es un producto histórico, por tanto, es inevitable
un tratamiento, aunque sea somero, del contexto histórico en el cual la obra se
inscribe, el cual influyo definitivamente en aspectos relacionados con la
aspiración y el manejo del poder enmarcados dentro de la misma.
Conclusión
Ø
En el buen sentido de la palabra “ambición” nos referimos a las
aspiraciones y deseos de mejorar.
Ø
El deseo de poder y la ambición
desmedida conduce a las personas a traicionar su propia naturaleza y a actuar
en contradicción a su conciencia.
Ø
La obra de Shakespeare, al igual que todas
las expresiones culturales de todas las sociedades de todos los tiempos, es un
producto histórico, donde efectivamente se reflejan de cierta forma los
dislocamientos sociales y políticos de la época renacentista.
Ø
Las cuestiones de la crisis de la autoridad, el deseo
de poder y la ambición, entre otros, están enfáticamente instalados por
Shakespeare en su obra La Tempestad.
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