miércoles, 5 de junio de 2013

Costumbrismo en España


Costumbrismo en España

El costumbrismo literario es una composición que retrata las costumbres populares de un país o una región. Se cultivaba en España a mediados del siglo XIX y tiene su origen en el costumbrismo francés, representado por Honoré de Balzac en su Comedia humana (1842).

El costumbrismo español puede aparecer en prosa, verso o hasta en obras de teatro, pero tuvo su mayor manifestación en el cuadro de costumbres, que también se conoce como el artículo de costumbres.

La acción y el diálogo son escasos en este subgénero que describe escenas, color local, lugares, instituciones, costumbres y tipos de diferentes clases sociales. Puede tener un propósito didáctico, moralizador, humorístico o satírico.

También tiene como fin salvar del olvido las costumbres típicas, especialmente las del campo, que comenzaron a perderse con la migración hacia las ciudades durante la Revolución industrial.

Pese a que el costumbrismo coexistía con el Romanticismo, se diferenciaba de este movimiento en su deseo de reflejar la realidad de manera objetiva, casi fotográfica, sin juicios ni interpretaciones --un rasgo que comparte con el periodismo.

El costumbrismo sirvió como punto de partida para el Realismo que surgió a mediados del siglo XIX, y para el Naturalismo del último tercio del mismo.

Ramón de Mesonero Romanos, Serafín Estébanez Calderón y Mariano José de Larra son algunos de los exponentes principales del costumbrismo del siglo XIX.

Si bien el costumbrismo frecuentemente se relaciona con la literatura decimonónica, también hubo manifestaciones del mismo en la Edad Media y el Siglo de Oro. Por ejemplo, aparecen descripciones costumbristas en el Libro de Buen Amor, Lazarillo de Tormes, Rinconete y Cortadillo, y Don Quijote.





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